Gracias al dinero recaudado en Precipita hemos podido contratar a una persona que durante 8 meses nos ha apoyado en el proyecto, a la vez que realizaba su Tesis Doctoral sobre diagnóstico precoz del VIH en niños, consiguiendo su título de Doctora en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid en Enero de 2017: Diagnóstico precoz de la infección por VIH en niños y monitorización de la infección en población adulta infectada usando muestras de sangre seca.
Resultados de nuestro grupo realizando un diagnóstico molecular precoz del VIH en recién nacidos de mujeres infectadas por el virus en Guinea Ecuatorial, han permitido comparar la eficacia diagnóstica y detectar resultados discrepantes empleando varios ensayos moleculares comerciales y sólo unas gotitas de sangre seca de los niños (Evaluation of four commercial virological assays for early infant HIV-1 diagnosis using dried blood specimens). Ello resalta la importancia de seguir mejorando el diseño de los ensayos moleculares de diagnóstico molecular para una detección precoz del VIH en recién nacidos con madres infectadas por el virus, que es lo que con nuestro proyecto Precipita ha perseguido.
Aunque todavía se necesita continuar con la investigación, con nuestro proyecto Precipita hemos confirmado que nuestro ensayo usando nuestros propios cebadores y sondas es capaz de detectar dos regiones del virus (proteasa e integrasa) de madera independiente y simultánea a partir de plasma y de sangre seca. Además, una de esas regiones (la proteasa del virus) no se detecta en ninguna de las técnicas de detección molecular actualmente en el mercado. Por otro lado, hemos optimizado el ensayo para que, además de detectar el virus, lo pueda cuantificar en las muestras infectadas. Para ello hemos generado un clon del VIH no infeccioso con las regiones de interés que, tras añadirlo en la reacción en un número conocido de copias, nos ayuda a saber cuánto virus hay en la muestra infectada.
Por eso nuestros cebadores y sondas podrían ser candidatos interesantes para ser incorporados como segunda o tercera región viral de detección en el diseño de técnicas comerciales de diagnóstico molecular o de cuantificación del VIH-1 actualmente en uso clínico. Un valor añadido de nuestros cebadores y sondas con respecto a otros es que están diseñados para ser capaces de detectar y/o cuantificar virus de subtipos no-B o recombinantes, que son las variantes del VIH responsable de cerca del 90% de los 37 millones de infecciones a nivel mundial. Además, son prevalentes en las nuevas infecciones en niños y adultos procedentes, principalmente, de países de recursos limitados y con las mayores tasas de infección por VIH.